un día de 1929 ó 1930, por Ángel Repáraz
la infección causada por la alejandría de l. durrell
una maraña de sectas
una ciudad ramera entre las ciudades en sus palabras
estaba ya bien avanzada
cuando penetramos en la claridad desilusionada
del legado del poeta
el supuesto de partida era una ciudad edificada sobre polvo de oro
con la blancura de los huesos molidos
eones después y todavía
y el siroco que aventa los años
hoy el viento del desierto seca las gargantas
cuando del portal de 10 rue lepsius (‘rue clapsius’)
lepsius karl richard -naumburg 1810 – berlin 1884-
arqueólogo alemán considerado en el área cultural de la lengua alemana como
el fundador de la egiptología véase internet
ha salido un señor atildado
aun cuando visto de cerca su traje
deja algo que desear
pulcro desde luego y no sin elegancia
las gafas de carey
para e. m. forster que lo conoció en 1914
a Greek gentleman
en su retina a la izquierda las líneas regulares
del hospital griego
donde pasará sus últimos meses en 1933
cáncer de garganta
y donde morirá exactamente el día
que cumpla 70 años
un conmovedor (auto)regalo de cumpleaños
bien entendido si se admite para la fecha de su nacimiento
el cómputo antiguo
fue discreto su paso sea como fuera
a una irrealidad algo más elevada
nunca tendrá luz eléctrica en su apartamento el gentleman
después la calle se llamará sharm el sheikh 1967
y desde 2011 c. p. cavafy street
en los bajos de la casa por cierto
un burdel ponía un cierto color local
cosas sin importancia
hoy es día de asueto para el caballero
que se tiñe el pelo
y es asiduo de librerías y pequeños cafés
ya antes de que llegue al café al aktar
donde alguna vez pursewarden
se emborrachó brillantemente
la calima se adhiere a la piel
en este septiembre
pero las fechas del calendario
colisionan geológicamente con su tiempo elegido
recuerda cuerpo
por las mañanas habitualmente va a una oficina
del ministerio egipcio de riegos
donde le esperan documentos para traducir
como a su figura especular fernando pessoa en lisboa
por las tardes es corredor de comercio
o recibe en casa de 5 a 7 previa cita
los jóvenes admiradores singópulos petridis malanos
se acercaba a los sesenta cuando se jubiló
ahí os dejo esa inmundicia
les espetó al abandonar la oficina
con una dignidad todavía vigente
en los tiempos de los diádocos
el caballero es homosexual
los amores estériles
y por sus venas circulan torrenteras
de literatura e historia griegas filosofía hermética también
atrapado en su tiempo recurrente
pasea despacio con las manos en los bolsillos
un poco inestable
un poco neurótico
su ciudad natal su ciudad mortal
un espejismo
no hallarás otras tierras u otros mares
la ciudad irá contigo adonde vayas
nada de sentimentalidad
y sin embargo obstinado trabajador en la cantera
de una civilización desvanecida
poesía substantiva se lee a veces
lo único de interés para él
la exclusividad de una pasión
llamada poesía
le llegan las sirenas de los barcos
al poeta religioso
de la cofradía de john donne de francisco quevedo
oculto siempre casi secreto
saludando por la grande corniche
por la rue fouad
via canópica
sólo al final de su vida
fueron conocidos algunos poemas suyos
en traducción inglesa italiana francesa
una foto de pessoa en la barra de una taberna lisboeta
en la mano un vaso de vino
y una foto de él en la pastelería pastrovidis
de esta ciudad
hermanos gemelos
habitantes de la torre de marfil
de una sexualidad impublicable
una torre
tapiada para tantos y para tantas cosas
y en cuyo interior llovía
faraones menores
teócrito orígenes
reyezuelos caprichosos
tragados por la arena del tiempo
un radio de vida reducido
los amigos eran griegos no hay que decirlo
su vida diaria pertinentemente rutinaria
y el poema ‘eternidad’ (aionióntera) de 1895
él tenía 32 años una buena escuela
para quien quiera matricularse en la intemporalidad
para quien quiera aprender
cómo hay que guardar silencio ante los poderes del devenir
el señor continúa su paseo por la parte occidental de la ciudad
minaretes que parecen flotar
en un cielo nacarado
siempre llegarás a la ciudad para
otro sitio […]
no hay barco no hay camino para ti
el hotel cécil
donde negociaron nessim y justine
los términos de su matrimonio
tratándose de usted
justine infeliz reiterativamente adúltera
o clea bailando allí con su padre
la noche de fin de año
más fantasmas para el bisturí de durrell
a nuestro caballero le asalta el recuerdo
a rachas de aquellos cuerpos aquellas bocas
emoción vibrátil aquello fue en 1892 o 1894 o 1902
ah la sancta voluptas
y las rupturas las pérdidas
a mi memoria vuelve más hermoso
ahora que mi recuerdo lo evoca fuera del tiempo
otra vez fuera del tiempo un tiempo arcaico
irrepetidas experiencias circulares
boecio que vio la eternidad como
interminabilis vitae tota simul et perfecta possessio
interminabilis es decir propiamente no consumada
los encuentros de aquellas tardes con sol
no han terminado
regresan irisados
.. a las cuatro de la tarde nos separamos
por una semana solamente… jamás
pensé que duraría para siempre
un viaje inaudito el de este hombre de semanas antiguas
antigüedad helénica congelada
pero su amante no cayó en 195 a. de c.
en la batalla de magnesia
ahora bien el combate a que asistió él mismo fue no menos feroz
el que libraban
cristianos y paganos
claro que el pagano con los pertinentes
gustos cismundanos
fue enterrado con acompañamiento del hisopo
de un sacerdote griego
ah el orgullo de un señor old-fashioned
hacia el lago mareotis el azul tenue ha progresado
hasta un incendio de color naranja
cuando él ya está en su despacho de la rue lepsius
anfibio histórico
su época no es su época
antonio
plotino los setenta cleopatra
ammonio sacca
un farallón inexpugnable
la fatalidad
un náufrago
sus poemas se han leído como ficción histórica
un error
él se nos sigue escapando
inasible ineffabilis
es estúpido es una banal imposibilidad
preguntarse por sus contenidos de conciencia de entonces
pero en los balances internos
que seguro que llevaba a cabo
ha tenido que ver ruinas al mirar hacia atrás
las de aquella hélade
las de su propia aventura
no es ciertamente el único
de eso no ha hablado mucho con su voz oracular
de eso no
Ángel Repáraz, Madrid, diciembre 2014
PARA LEER EN PDF (pp. 85–88): HCH-2-REVISTA-ENERO-2015
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