Carpe diem de Horacio

HCH-5-KATSU  HCH 5 / Julio 2015

Carpe diem de Horacio. Versión libre de Juan Guillermo Tejeda

 

no averigües (sería criminal hacerlo)

el final sangriento que para mí

el final atroz que para ti

han dispuesto, amigo, los dioses eternos

 

no trates de adivinarlo

examinando inquieto tus genes, tus disposiciones

o consultando las constelaciones babilónicas

desde la palma de tu mano

es mejor, pase lo que pase,

dejar que las cosas ocurran

 

si el todopoderoso te dio muchos inviernos

o este que viene es el último

en que verás brillar el sol en nuestro cielo gris cordillerano,

da lo mismo

 

sé sabio

paladea el vino,

y siendo brevísimo el espacio de nuestra vida

una nada entre dos infinitos

pon límite a tu esperanza

 

mientras estamos así

intercambiando agudezas

se nos habrá escapado envidioso el tiempo

 

atrapa el día

 

la vida es hoy, es este instante:

no confíes en lo que está por venir

 

Tu ne quaesieris—scire nefas—quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoë, nec Babylonios
temptaris numeros. Ut melius, quicquid erit, pati!
seu plures hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrhenum. Sapias, vina liques, et spatio brevi
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit invida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

Horacio (65 aC – 8 dC), Carmine, Libro I, Oda XI

 

GUI-ANTONIA-ITAY Juan Guillermo Tejeda, Santiago de Chile, 2014

PARA LEER EN PDF (pp. 146, 147): HCH-5-JULIO-2015