HCH 14 / Enero 2017
Versos de uva y nieve, por Cristina Martínez Chueca
ENTRE TU BESO y el mío
tan sólo un segundo nos queda.
No te duermas todavía
que la noche nos conserva,
no me digas que no quieres
que te enseñe alguna estrella,
no mires tanto las horas
que el tiempo todo lo enferma.
Entre tu beso y el mío
se encontrarán las repuestas.
No las busques, ellas vienen,
pero te tienen vergüenza,
te aseguro que las tengo
ya agrupadas por docenas,
no quieras tener más prisa
y préstame tu silueta,
que entre tu beso y el mío
siempre prenden las hogueras.
HE INTENTADO quererte,
me he esforzado en buscarte,
he intentado entenderte,
he intentado olvidarme.
¡Hay tantas, tantas palabras,
tantos gestos que te llaman
cuando ya no espero nada!
No sé si quiero enfrentarme
a todos tus viejos fantasmas.
Yo no quería enemigos,
y me encuentro entre batallas,
yo sólo busco un refugio
donde descansar mi alma.
Tal vez debas tú primero
rebuscar en tus entrañas.
Así es difícil saber
en qué lugar queda nada.
VINISTE cargado de cuentos,
y aseguraste en mi casa
esas palabras que siempre
saben cuajar en el alma.
Viniste siendo quien eres,
con una ilusión sobrada
que contagió cada esquina
de mi alma descarriada,
pero ahora me siento y pienso
que nunca te vi la espalda,
y llevas cargando una vida
que en mis dedos se resbala,
llevas deberes que a mí
con el dedo me señalan,
y tienes cosas que hacer
que yo no comparto en nada,
suenan comparsas que anuncian
más cañones y atalayas
de las que puedo asumir.
Yo salgo de mis batallas,
tú con tus guerras en marcha.
Cristina Martínez Chueca, Madrid, octubre de 2016